La Huella Guaraní es el primer sendero étnico turístico del país
Actualizado: 18 jun 2020
Se trata del primer sendero étnico-turístico y salvaje, cuyo recorrido en Misiones es de 60 kilómetros de los cuales 32 serán en selva virgen dentro de 3 áreas protegidas con selva de gran nivel de conservación, como la Reserva Natural y Cultural de Papel Misionero, la Reserva Guaraní y la Caá Yary.

La Huella Guaraní arranca en Soberbio, por el sur, o Colonia Fracran, por el norte, con sólo dos etapas. Aquí se pide dar aviso a la oficina de informes, para que las comunidades puedan recibir adecuadamente a los viajeros.
La primera etapa abarca 9,3 kilómetros entre Colonia La Flor (fundada por colonos polacos y alemanes) y aldea Pindó Poty, donde el visitante es recibido por pobladores guaraníes. Es una zona de plantaciones de yerba, frutales y hortalizas, donde las chacras de los colonos limitan con la selva. En el camino se pasa por la Asociación de Amigos Guaraníes, que muestra artesanías, esculturas y tejidos, y finalmente la propia aldea Pindó Poty, donde se organizan visitas guiadas y circuitos temáticos sobre la cultura y las tradiciones del pueblo aborigen.

La segunda etapa de la huella va de Pindó Poty a Aldea Jeji: acompañados de guías locales, implica emprender la travesía de la selva paranaense y aprender a interpretar un paisaje donde hay decenas de especies de árboles y varios estratos bien definidos (herbáceo, en el piso de la selva; arbustivo, con plantas de hasta 15 metros; intermedio, con helechos y árboles en crecimiento; dosel, de hasta 30 metros; y emergentes, con los gigantes que llegan a 45 metros de altura). Se pasa por la aldea Jeji Miri y finalmente, en el cruce con la RP 15, aparece Aldea Jeji, desde donde se puede volver a La Flor y El Soberbio, cerrando el círculo del sendero misionero.

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